Monumento al Mate
El Monumento al Mate fue creado por Segismundo Sade en homenaje a los hombres y las mujeres pioneras de la región de Aisén. Esta escultura, que representa a una mano con un matero y una bombilla, constituye un rasgo socio-cultural distintivo de los habitantes del sur chileno y los gauchos de Tierra del Fuego. Esta bebida amarga es muy popular, su consumo persistió como un rasgo distintivo de los habitantes del cono sur. En el caso de los territorios australes de Chile, su incomunicación con el resto del país y su proximidad con Argentina favoreció que esta bebida se mantuviera presente en los hogares.
En torno al mate existe una mitología y rituales de consumo muy específicos. Eduardo Galeano nos recuerda en su libro Memorias de fuego I. La yerba mate despierta a los dormidos, corrige a los haraganes y hace hermanas a las gentes que no se conocen.